El Cambio Climático, ha pasado a ser Emergencia Climática. Desde múltiples instituciones, empresas, gobiernos y sociedad se han alzado voces para exigir tomar medidas con la urgencia que la situación requiere. Los expertos afirman que tenemos 11 años para llegar al punto de no retorno, en el que la situación será irreversible. Entender el Cambio Climático, el Calentamiento Global o los Gases de Efecto Invernadero es fundamental para entender la gravedad de la situación y ayudar a poner las soluciones adecuadas para mitigarla.

¿Qué es el Cambio Climático?

El cambio climático hace referencia a los cambios a largo plazo de las temperaturas y de los patrones climáticos.

En datos: En 1880 el incremento de la temperatura media del planeta era de -0,09°C y en 2015 por primera vez, se produjo un aumento superior a 1°C, siendo la última década (2011-2020) la más cálida registrada.

Dado que es habitual encontrar en muchos medios una confusión entre el incremento medio de la temperatura y la temperatura media, aclararemos que de acuerdo con el National Center for Enviromental Information la temperatura promedio de la tierra en el siglo XX fue de 13,9 °C (57,0 °F).

Este incremento de la temperatura media en apenas 10 años, lleva a proyectar a diferentes grupos de trabajo de expertos sobre el clima, que el calentamiento global alcanzará un incremento de 2,7°C para finales de siglo y de 1.5° C entre el año 2030 y 2050.

Mantener el aumento de temperatura en 1.5°C para el año 2050 es el compromiso global al que se llegó en el llamado acuerdo de París en 2016.

Temperatura Media de la Tierra
Elaboración propia con datos de NOAA National Centers for Environmental information

Para los neófitos en la materia un aumento de 1°C puede no parecer mucho, sin embargo estos incrementos de temperatura no se han sentido de igual manera en todo el mundo, y en 2020 en algunos lugares del planeta se han alcanzado temperaturas extremas: 

  • El Valle de la Muerte en California alcanzó los 54,4° C el 16 de agosto, la temperatura más alta conocida en el mundo en al menos los últimos 80 años.
  • Penrith alcanzó los 48,9 ° a principios de 2020. La temperatura más alta observada en un área metropolitana australiana
  • También hubo un fuerte incremento de calor en diferentes partes del este de Asia. Hamamatsu (41,1 ° C) igualó el récord nacional de Japón el 17 de agosto.
  • En el Mediterráneo oriental, hubo récords de calor históricos en Jerusalén (42,7 ° C) y Eilat (48,9 ° C) el aeropuerto de Kuwait alcanzó los 52,1 ° C y Bagdad los 51,8 ° C.
  •  En agosto, España alcanzó su máximo histórico con 47,4 ºC y Europa con 48,8 ºC.

¿Cuál es la causa del Calentamiento Global?

La principal causa del calentamiento global es el aumento sostenido de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera. Como indica su nombre, la función de estos gases es similar a la de un invernadero. Retiene en la atmósfera el calor que emite la tierra como consecuencia de la energía que recibe del sol, reteniendo el calor y permitiendo que la vida sea posible.

En detalle: El Sol impulsa el clima de la Tierra, irradiando energía en longitudes de onda muy cortas, predominantemente en la parte visible o casi visible (por ejemplo, ultravioleta) del espectro. 

Aproximadamente un tercio de la energía solar que llega a la parte superior de la atmósfera de la Tierra se refleja directamente de regreso al espacio. Los dos tercios restantes son absorbidos por la superficie y, en menor medida, por la atmósfera. Para equilibrar la energía entrante absorbida, la Tierra debe, en promedio, irradiar la misma cantidad de energía de regreso al espacio. 

Debido a que la Tierra es mucho más fría que el Sol, irradia en longitudes de onda mucho más largas, principalmente en la parte infrarroja del espectro. Gran parte de esta radiación térmica emitida por la tierra y el océano es absorbida por la atmósfera, incluidas las nubes, y se vuelve a irradiar hacia la Tierra. A esto se le llama efecto invernadero. 

Por lo tanto los gases de efecto invernadero son fundamentales para la vida y sin ellos nuestro planeta no sería habitable.

Sin embargo el aumento de la actividad humana ha provocado un incremento de estos gases de efecto invernadero en la atmosfera, alterando el equilibrio natural y transformando el  comportamiento del clima.

El incremento de la emisión de los gases de efecto invernadero viene derivado del uso masivo de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) para cubrir nuestras necesidades energéticas y del uso intensivo de otras actividades humanas como el transporte, la ganadería ó la agricultura.

Gases de Efecto Invernadero

Nos hemos habituado a hablar de des-carbonización y como consecuencia de ello se suele destacar al dióxido de carbono (CO2), como el principal gas de efecto invernadero, sin embargo hay muchos más, alguno de los cuales a pesar de encontrarse  en la atmósfera en menor medida, tienen mucha mayor capacidad de retención de calor:

  • (H2O) Vapor de agua: Aunque pueda sorprender de acuerdo con el IPCC, supone entre el 36 y el 70 por ciento del efecto invernadero. 
  • (CO) Dióxido de carbono: Se produce al respirar y principalmente por el uso de combustibles fósiles.
  • (CH4) Metano: es el principal componente del gas natural y de las flatulencias de las vacas y los vertederos. 
  • (NOx) Óxidos de nitrógeno: estos gases se crean de forma natural a partir de la descomposición bacteriana de nitratos orgánicos, por la combustión vegetal o por la actividad volcánica. El ser humano ha provocado un aumento de estos gases, al producirlos para diversos productos industriales y como subproducto de los vehículos motorizados.
  • (O3) Ozono: el debilitamiento de la capa de ozono hizo famoso a este gas. Por ello, resulta chocante afirmar que su aumento es negativo. En realidad, el ozono no está distribuido de forma equitativa por el planeta. El ser humano ha acentuado las diferencias. Por una parte, en la zona inferior de la atmósfera hay demasiado ozono, que actúa como un potente GEI. Por otra, en la parte superior escasea, lo que se traduce en una menor capacidad para impedir la radiación solar adversa.
  • (CHF3) Trifluorometano ó fluoroformo: se utiliza en la fabricación de los chips de silicio y como un supresor de fuego. Es el gas más abundante de los hidrofluorocarbonos (HFC). Permanece en la atmósfera durante 260 años y atrapa el calor 11.700 veces más que el CO2.
  • (C2F6) Hexafluoroetano: utilizado en la creación de semiconductores, permanece en la atmósfera hasta 10.000 años. Esta longevidad, junto con su capacidad de retener el calor 9.200 veces más que el CO2, ha provocado el interés del IPCC por seguirle de cerca.
  • (SF6) Hexafluoruro de azufre: gas inerte muy empleado en la industria de la electrónica como aislante. El IPCC lo considera el GEI más poderoso del mundo, con una capacidad de atrapar el calor 22.200 veces más que el CO2.
  •  (CFC-11) Triclorofluorometano: Un refrigerante de uso humano capaz de retener el calor 4.600 veces más que el CO2, reduce la capa de ozono de forma más rápida que cualquier otro refrigerante, sin olvidar el impacto ambiental del cloro.

¿Cuáles son las consecuencias del Calentamiento Global?

Lo cierto es que el Cambio Climático global ya ha tenido efectos observables en el medio ambiente que se han acelerado en la última década y lamentablemente la mayor parte de esto efectos ya habían sido predichos en el pasado.

Los glaciares se han reducido y se está produciendo una pérdida significativa del hielo marino, el hielo de los ríos y lagos se está rompiendo antes, y estamos sufriendo las olas de calor más largas e intensas,  las áreas de distribución de plantas y animales han cambiado y los árboles florecen antes debido al cambio de temperatura en las estaciones.

«La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero es una carrera que podemos ganar»

Antonio Guterres, Secretario General de la ONU

¿Qué ocurrirá en el futuro si no logramos detener el Cambio Climático?

Por un lado habrá consecuencias directas, que como hemos indicado son medibles y contrastables:

  • Aumento de las temperaturas máximas.
  • Aumento de las temperaturas mínimas.
  • Aumento del nivel del mar.
  • Temperaturas oceánicas más altas.
  • Un aumento de las fuertes precipitaciones (fuertes lluvias y granizo).
  • Glaciares que se encogen.
  • Descongelación del permafrost.

También nos enfrentaremos a consecuencias indirectas que sin embargo afectarán directamente a los humanos y a nuestro medio ambiente:

  • Un aumento de las crisis del hambre y del agua, especialmente en los países en desarrollo.
  • Riesgos para la salud a través del aumento de la temperatura del aire y las olas de calor.
  • Implicaciones económicas de hacer frente a los daños secundarios relacionados con el cambio climático.
  • Aumento de la propagación de plagas y patógenos.
  • Pérdida de biodiversidad debido a la adaptabilidad limitada y la velocidad de adaptabilidad de la flora y la fauna.
  • Acidificación de los océanos debido al aumento de las concentraciones de HCO3 en el agua como consecuencia del aumento de las concentraciones de CO₂.
  • La necesidad de adaptación de todas las industrias (agricultura, silvicultura, energía, infraestructura, turismo, etc.).

La Emergencia Climática ¿Por qué el Cambio Climático se ha convertido en una emergencia?

Cada vez se habla más de Emergencia Climática en lugar de Cambio Climático, el objetivo es concienciar y trasladar con la semántica, a la sociedad, empresas y gobiernos la necesidad de tomar medidas urgentes.

Diferentes organismos internacionales llevan advirtiendo del calentamiento global desde la década de los 50, y a pesar de ello las medidas tomadas han sido nulas o insuficientes.

Lo que ahora se reclama es la utilización de un término que defina la situación de forma más precisa, más realista y también más activista y sobre todo que ponga el foco en la urgencia con la que es necesario actuar.

La Emergencia

Los científicos pueden calcular los llamados puntos de inflexión de subsistemas individuales del clima global. Cuanto mayor es el aumento de la temperatura global, más se ve afectado el sistema climático, de modo que en un determinado punto, a pesar de los esfuerzos significativos, ya no es posible revertir el proceso. 

Aunque todavía no está claro dónde se pueden encontrar exactamente estos puntos de inflexión y solo se puede calcular con un alto grado de incertidumbre. Se esperan tales puntos de inflexión para el derretimiento de los casquetes polares y para la estabilidad de importantes corrientes oceánicas.

El Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), ha estimado que solo tenemos 11 años para evitar que la situación sea irreversible

Al igual que ocurre con el punto de no retorno de los aviones, una vez alcanzado el punto de no retorno del Cambio Climático, no podremos regresar al punto de partida. Tenemos 11 años para llegar llegar a acuerdos, diseñar medidas e implementarlas. Un reto sin igual en nuestra historia.

¿Podemos revertir el Cambio Climático?

Diferentes grupos de trabajo de expertos en el Cambio Climático afirman que sí, la reversión es posible siempre y cuando se tomen las medidas necesarias y con la urgencia requerida.

Tenemos identificado el problema, las causas y tenemos las soluciones. Pero para llevarlo a cabo hace falta el compromiso de gobiernos, empresas privadas y sociedad.

Gobiernos 

Desde 1995 se celebra la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la última denominada COP26 se celebró en Glasgow, Escocia y a ella asistieron presidentes y primeros ministros de casi 200 países.

El objetivo final de la Convención es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero «a un nivel que impida interferencias antropógenas (inducidas por el hombre) peligrosas en el sistema climático». Establece que «ese nivel debería alcanzarse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible».

Sí bien es cierto que en su última convocatoría COP26 se alcanzaron acuerdos significativos, estos no son vinculantes y para la mayoría de expertos resultan insuficientes ante la gravedad de la situación.

«Es un paso importante, pero insuficiente. Nuestro frágil planeta pende de un hilo. Seguimos tocando la puerta de la catástrofe climática. Es hora de entrar en modo de emergencia o nuestra posibilidad de alcanzar las cero emisiones netas será, prácticamente, nula»

António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas,

Si bien, para muchas instituciones la principal conclusión de la COP26 es que las naciones están fallando colectivamente, sí existieron acuerdos relevantes:

En materia de Transparencia:

El nuevo sistema de transparencia representa un sistema común para todas los países participantes, es más riguroso y estandariza la información que deben comunicar. Esto ayudará a mejorar la calidad de la información y a garantizar la comparabilidad de los datos, lo que a su vez contribuirá a fomentar la confianza.

Se trata por tanto de una herramienta importante para evaluar los progresos que realizan los diferentes países en la aplicación y el cumplimiento de sus compromisos, que son cruciales para los esfuerzos mundiales por alcanzar el objetivo de 1,5 °C de París.

En materia de Financiación

Es sabido, y muy preocupante, que la financiación actual para la adaptación al cambio climático sigue siendo insuficiente para responder al empeoramiento de los impactos en los países en desarrollo. 

Para responder a los riesgos climáticos presentes y futuros es necesario aumentar significativamente la escala de financiación para la adaptación, de todas las fuentes, públicas y privadas. Todos los actores deben participar: los gobiernos, las instituciones financieras y el sector privado. 

También la financiación también debe ser predecible, para ello se fijará un nuevo objetivo colectivo, de aquí a 2025, cuantificado sobre financiamiento climático, partiendo de un mínimo de 100.000 millones de dólares al año y teniendo en cuenta las necesidades y prioridades de los países en desarrollo.

También se alcanzaron acuerdos que incentivan al sector privado a llevar a cabo actividades de mitigación en todo el mundo, en una serie de sectores y tecnologías cómo la eficiencia energética, el transporte y la reforestación. Estas actividades de mitigación permiten el desarrollo de créditos de carbono que pueden transferirse internacionalmente y utilizarse en otros países para alcanzar los objetivos de las contribuciones determinadas a nivel nacional u otros usos de cumplimiento.

Estos instrumentos, al dar una señal de inversión al sector privado, permiten a los países alcanzar una escala en la acción de mitigación que, a su vez, puede contribuir a la acción de adaptación.

Reducción de las emisiones de Metano

El Compromiso Global de Metano (Global Methane Pledge) impulsado por los Estados Unidos y la Unión Europea, con el objetivo de reducir las emisiones globales de metano antropogénico en 2030 en un 30% por debajo de los niveles registrados en el año 2020 y al que se han adherido más de 100 países.

El metano es un gas de efecto invernadero cuyo potencial de calentamiento global es 28 veces mayor al del dióxido de carbono C02. El control de las emisiones de este gas permitiría reducir significativamente la tasa de calentamiento global; un aspecto a destacar es que puede implementarse por medio de acciones rentables y fácilmente disponibles, a la vez que produce importantes beneficios colaterales como el aumento de la productividad agrícola y la mejora de la salud de la población.

Europa

No se puede negar que Europa ha mantenido un papel de liderazgo en la lucha contra el cambio climático.

En el año 2008 la Unión Europea fijó una serie de objetivos de cara al año 2020, como la reducción de emisiones CO2 en un 20%. El mismo porcentaje que estableció como incremento en el uso de energías renovables y de eficiencia energética.

En 2019 y tras declarar la emergencia climática La Comisión Europea, presentó El Pacto Verde Europeo con los siguientes compromisos:

  • Un mayor nivel de ambición climática de la UE para 2030 y 2050.
  • Lograr una contaminación cero en un entorno sin sustancias tóxicas.
  • Suministro de energía limpia, asequible y segura.
  • Preservación y restablecimiento de los ecosistemas y la biodiversidad.
  • Movilización de la industria en pro de una economía limpia y sostenible.
  • Logro de un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medioambiente.
  • Uso eficiente de la energía y los recursos en la construcción y renovación.
  • Aceleración de la transición a una movilidad sostenible e inteligente.

Para finales de 2030, el objetivo es haber reducido un 55% de emisiones y, para el año 2050, la meta es conseguir una disminución de entre un 80% y un 95%.

Para alcanzar los objetivos establecidos en el Pacto Verde Europeo, la Comisión se ha comprometido a movilizar al menos un billón de euros en inversiones sostenibles durante el próximo decenio.

El 30 % del presupuesto plurianual de la UE (2021-2028) y el instrumento único NextGenerationEU (NGEU) de la UE para recuperarse de la pandemia de COVID-19, se han destinado a inversiones ecológicas.

Una financiación sin precedentes que ayudará a los países miembros y a las empresas privadas, a tomar las medidas necesarias para abordar la lucha contra el cambio climático.

Empresa Privada

Cada vez más empresas son conscientes de la importancia de tomar medidas desde la iniciativa privada para alcanzar los objetivos propuestos de reducción de Gases de Efecto Invernadero y están adquiriendo compromisos concretos para lograrlo:

Bajo el auspicio de la ONU Climate Change, las empresas de la moda lanzaron el Fashion Industry Charter for Climate Action que fija la visión de lograr cero emisiones netas para 2050.

Tres años después del lanzamiento del marco Sports for Climate Action framework, ahora se solicita a las empresas signatarias relacionadas con el deporte que se comprometan a lograr objetivos climáticos específicos de reducir las emisiones a la mitad para 2030 y aspirar a lograr cero emisiones netas para 2040.

Race to Zero

Más de 3.000 empresas, 173 inversores y 622 instituciones de educación superior se han unido a esta iniciativa, al lado de países y regiones en la mayor alianza jamás comprometida para lograr emisiones netas de carbono cero para 2050.

Se considera que el conjunto de estos actores cubren casi el 25% de las emisiones globales de CO2 y más del 50% del PIB.

Dentro de la iniciativa principal Race to Zero, se han abierto diferentes proyectos para dar cabida a empresas e instituciones de cualquier actividad y tamaño.

Instituciones Financieras

Especialmente relevante resulta el anunció, que 450 grandes firmas financieras pertenecientes a 45 países, realizaron en el marco de la Conferencia Mundial por el clima, la COP26, en el que comprometieron 130 billones de dólares para encaminar al mundo hacia una transición hacia una economía descarbonizada.

“Los 130 billones es más de lo que se necesita para la transición global hacia las cero emisiones netas; lo que escuchan hoy es que el dinero está aquí, pero el dinero necesita proyectos alineados con las cero emisiones”.

Mark Carney, exgobernador del Banco Central de Inglaterra y CEO de finanzas climáticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

Cómo indicábamos anteriormente, sabemos las medidas que debemos tomar y tenemos los elementos y recursos necesarios para abordar esta Emergencia Climática, con altas posibilidades de alcanzar el éxito.

Hará falta una gestión adecuada de los recursos disponibles y la voluntad política de alcanzar acuerdos para que nadie se quede atrás.

A cada uno de nosotros, nos corresponde como sociedad, exigir a empresas y gobiernos que actúen con la urgencia requerida, que gestionen y distribuyan adecuadamente los recursos puestos a su disposición y que este reparto que se les encarga, cumpla con el objetivo encomendado.

También nos corresponde. ser coherentes con nuestras exigencias a gobiernos y empresas, en nuestras actuaciones cotidianas.